Este manual pretende cubrir las materias habitualmente recogidas en los planes de estudio de la asignatura de Estadística de gran parte de nuestras Facultades y Escuelas. Es, por tanto, una introducción a la Estadística y no un texto avanzado de sus métodos y posibilidades. Es posible que algún lector eche en falta esto o aquello, pero nos atreveríamos a apostar a que la lista de carencias no llega más allá. Creemos también que el lector encontrará aquí los fundamentos necesarios para ampliar sus horizontes estadísticos, si así lo desea, con una base suficientemente amplia y sólida. Es evidente que un libro no puede suplantar la figura del profesor en el proceso de aprendizaje, pero hemos procurado que, pese a su relativa brevedad, este texto sea autocontenido y autoexplicado: no son necesarios sacerdotes o pitonisas para desvelar el arcano. Al contrario, esperamos que su lectura sea fácil y clarificadora desde la primera hasta la última línea. El espíritu con el que se ha escrito es, en resumen, el de toda esta colección: un contenido teórico, riguroso, conciso y sistemático, una colección de ejercicios clarificadores de cada aspecto tratado, pero que huye de las repeticiones innecesarias y los consabidos problemas útiles. Cuarenta y cinco problemas de cierta entidad que esperamos sean realmente útiles, que fijen los conocimientos, ejerciten las técnicas y planteen cuestiones sobre la teoría que quizá se le hayan pasado por alto al lector en primera instancia. Útiles para aprender Estadística, ni más ni menos. Una gran colección de problemas resueltos, cuantos más mejor, parece ser el bien más preciado de gran parte de nuestros estudiantes. Dedican su tiempo a repetir los cálculos y operaciones de su lista sin resolver, en realidad, ni uno solo de los problemas. Pero aprender a resolver un problema es comprender la teoría, nunca puede ser un proceso independiente del estudio de ésta. La habilidad de resolverlos sólo se consigue con el esfuerzo de intentarlo, de equivocar el camino y chocar con varias paredes hasta encontrar la salida. El primero nos llevará quizá horas, pero el séptimo no pasará de unos minutos hasta que, al fin, descubramos que hemos desarrollado eso que se llama intuición: al igual que hace un buen jugador de ajedrez rechazaremos muchos caminos y análisis posibles con la certeza, aun sin la prueba exacta, de que no llevan a ningún lado. Que esta colección sea útil depende, al fin y al cabo, de ti, lector. Si nos dedicas el esfuerzo de leernos y enfrentarte honradamente a nuestros 45 problemas estamos sinceramente convencidos de que habrás aprendido los fundamentos de la Estadística.