Nuestro discurso va a girar en torno de lo que, aquí y ahora, más
nos preocupa: la prueba de acceso a la Universidad, y cómo abordarla
para salir con bien de ella.
Ante todo, el alumno ha de tener presente que en se le va a preguntar
acerca de las mismas cuestiones sobre las que, unos días antes, se le
examinó para superar el curso. No debe, pues, estudiar cosas nuevas,
sino mantenerse tan despierto y diligente como pueda, para dar respuesta
acertada a preguntas sobre cosas que ya conoce. Pero ahora se le
preguntará de manera distinta, con un nuevo ritual, con examinadores
desconocidos, en unos locales que le son extraños, con los nervios a
flor de piel.
Quienes preparan las cuestiones que se plantean en selectividad,
como son gentes sensatas, procuran que sus preguntas sean razonables,
huyen de lo extravagente y terminan proponiento exámenes convencionales
que, con el paso de los años, han llegado a ser algo normalizado.
De ahí que los alumnos extremen su tendencia a estudiar sólo aquello
que les puede «caer» en el examen y que busquen con ahínco los «exámenes
tipo» o «modelos de examen» que, lamentablemente, suelen
convertir en algo a memorizar para poderlo repetir, mutatis mutandis,
en el examen. Este es un vicio peligroso que perjudica, en primer lugar,
a los propios alumnos.
Lo anterior no obsta para que las cuestiones que han sido propuestas
en selectividad y, con pequeñas variaciones, se repiten una y otra
vez, sean una base excelente en la que apoyar la preparación del examen
y, así, llegar a dominar aquellas cuestiones que van a resultar más
útiles para superar, con la mejor nota posible, las pruebas de selectividad.
A esto último va dirigida nuestra serie «Lo esencial de...» que aquí
presentamos:
• Las cuestiones que, sobre «MATEMÁTICAS», se preguntan en
selectividad se agrupan en los siguientes temas fundamentales:
– Sistemas de ecuaciones lineales.
– Matrices y determinantes.
– Geometría del espacio.
– Derivadas.
– Representación de curvas.
– Integral indefinida.
– Integral definida. Áreas.
– Probabilidades.
Para cada uno de estos ocho temas se ha propuesto un libro.
• Cada libro comienza con una fundamentación teórica del tema,
que, según creemos, es clara, concisa y sin lagunas. Este resumen, al
tiempo que sirve de recordatorio, permitirá afianzar los conocimientos.
A él se deberá recurrir, también, cada vez que, al intentar resolver alguno
de los problemas que luego se proponen, se plantee alguna duda
conceptual o sobre resultados teóricos.
• En cada uno de los libros se incluyen problemas de dos tipos:
unos son modelos de los que se proponen en selectividad; los otros, o
cubren las lagunas dejadas entre los anteriores, o son fusión y recopilación
de problemas propuestos. Con ambas colecciones se consigue una
cobertura más que suficiente del tema en cuestión.
Estamos convencidos de que haciendo un buen uso de estos libros
se puede obtener un apreciable beneficio. Aun a riesgo de ser pesados,
debemos insistir en que no se trata de memorizar las soluciones de
unos ciertos problemas, ni siquiera de aprender a resolver éstos. Se trata
de discurrir sobre ellos; de este modo se estará en condiciones de
resolver otros muchos problemas, pues se habrá aprendido a razonar.