Las "otras" Bibliotecas, así titula Javier Munera un artículo que cita a INGEBOOK como una plataforma nacida para llegar al estudiante sin mayor intermediario que la red.
JAVIER MUNERA | G/U/ Campus, El mundo
Uno de los principales problemas que se encuentran los estudiantes de alguna ingeniería o carrera de ciencias es el elevado precio de los manuales de referencia para materias básicas como Álgebra, Cálculo o Física. Recurrir al préstamo en biblioteca no siempre es posible, ya que no suele haber más de 15 o 20 volúmenes de un título.
Las universidades atraviesan una situación económica difícil; baja el presupuesto pero no pueden descuidar los servicios para sus alumnos. Precisamente se están denunciando estos días abusos por parte de algunas editoriales de referencia en el conocimiento científico, como la holandesa Elsevier. Parece ilógico tener que pagar una cantidad elevada de dinero por los libros que te interesan, sobre todo cuando te obligan a adquirir un paquete que incluye obras que no tienen ninguna demanda de consulta.
Mención aparte merece la versión digital de estos catálogos. En algunos casos, el precio del formato electrónico es casi similar al del ejemplar en papel. Sin olvidar las reticencias de autores y editores a dar el paso a las nuevas tecnologías, basadas en la piratería y falta de control.
En mitad de estas complicaciones siempre surgen soluciones. Una de ellas es Ingebook, una plataforma virtual con 200 obras escritas por catedráticos, con la que ya trabajan nueve universidades españolas y 20 latinoamericanas. Su funcionamiento es muy sencillo, ya que para realizar la consulta basta con una conexión a internet. Los libros no se descargan (no son pdf planos), sino que se visualizan en streaming. Aunque la principal ventaja radica en que el usuario puede seleccionar los capítulos que más le interesan y configurarse una estantería acorde a su necesidad.
«Hay libros de otras editoriales que no son tan prácticos, porque sobra mucha materia. En cambio éstos se hacen a medida de los alumnos», explica Andrés Valiente, catedrático del departamento de Ciencia de Materiales en la Escuela Técnica Superior de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos de la Universidad Politécnica de Madrid y autor de varios volúmenes de García-Maroto Editores, responsable de www.ingebook.com.
La mayor parte de los autores proceden de esta universidad, de ahí que ésta fuera de las primeras en ofrecer sus servicios a los estudiantes. Para estos últimos el coste es cero –ya utilicen su portátil, su tablet o su móvil–, pues es la universidad la que asume los gastos, como ocurre con los alumnos de todos los centros suscritos a Ingebook.
Pero la plataforma también está disponible a título individual, con diferentes modalidades de pago: tarifa plana completa, tarifa plana por materia (Física, Matemáticas, etc.) , pago por un sólo libro, etc. Y_todo concebido pensando en los planes de Bolonia, con problemas prácticos de exámenes reales. «Los libros científicos cuestan entre 60 y 100 euros, y hay que añadir gastos para traerlos desde el extranjero. El producto es caro, y el número de ellos se va reduciendo», comenta María Boyer, directora de la Biblioteca Universitaria en la Politécnica de Madrid.
Los tiempos han cambiado, y los profesionales coinciden en que el alumno no se motiva de la misma manera si le ofreces una materia con tres tomos gruesos que si lo haces con un libro que contenga 50 casos prácticos con los que puede asegurarse aprender algo útil.