Comentarios en torno a una conocida frase
Según cuentan, en el primer tercio del siglo pasado, un ingeniero vino a estimar que las abejas no estaban capacitadas para volar. Aunque esta afirmación fue prontamente rebatida, aquello ha dado lugar a la siguiente frase:
"Aerodinámicamente, el cuerpo de una abeja no está hecho para volar; lo bueno es que la abeja no lo sabe"
¿Cuántas veces nuestras capacidades de ven mermadas, por nosotros mismos, cuando damos crédito a afirmaciones que ponen en duda nuestras posibilidades, afirmando que no podemos ir muy lejos, que estamos mucho más limitados de lo que, realmente, lo estamos?
No es infrecuente que nos auto limitemos, que nos cortemos las alas, dejándolas de aquel tamaño que los demás dicen que deben tener. Y así, terminamos volando como gallinas de corral, cuando quizá podríamos llegar a hacerlo como el mismísimo águila real.