BIOLOGÍA CELULAR Y MOLECULAR 5ED
Conceptos y experimentos
Gerald Karp
Editorial: McGraw-Hill
Edición: 5
Fecha Publicación: 2009
ISBN: 9789701069257
ISBN ebook: 9781456219956
Páginas: 870
Grado: Universitario
Área: Ciencias y Salud
Sección: Biología y Ciencias de la Salud
Idioma: Español
Etiquetas: Biología, Descatalogado, Veterinaria
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¡Disponible nueva edición!
Edición: 5
Fecha Publicación: 2009
ISBN: 9789701069257
ISBN ebook: 9781456219956
Páginas: 870
Grado: Universitario
Área: Ciencias y Salud
Sección: Biología y Ciencias de la Salud
Idioma: Español
Etiquetas: Biología, Descatalogado, Veterinaria
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1. Introducción al estudio de la biología celular y molecular 1
2. Las bases químicas de la vida 31
3. Bioenergética, enzimas y metabolismo 85
4. La estructura y función de la membrana plasmática 120
5. La respiración aeróbica y la mitocondria 179
6. La fotosíntesis y el cloroplasto 214
7. Interacciones entre las células y su ambiente 239
8. Sistemas de membrana citoplásmica: estructura, función y tránsito en la membrana 274
9. El citoesqueleto y la motilidad celular 328
10. Naturaleza del gen y el genoma 388
11. Expresión del material genético: de la transcripción a la traducción 429
12. El núcleo celular y el control de la expresión génica 485
13. Replicación y reparación del DNA 542
14. Reproducción celular 570
15. Señalización celular y transducción de señales: comunicación entre las células 616 16. Cáncer 662 17. La reacción inmunitaria 693
18. Técnicas en biología celular y molecular 727
Apéndice A-1
Glosario G-1
Índice alfabético I-1
*La edición digital no incluye códigos de acceso a material adicional o programas mencionados en el libro.
En la época en que inicié la licenciatura, la biología fi guraba en una lista de posibles materias relevantes. Me inscribí en un curso de antropología física para satisfacer el requerimiento académico por el camino más fácil posible. Durante ese curso conocí por primera vez los cromosomas, la mitosis y la recombinación genética y quedé fascinado por las intrincadas actividades que podían llevarse a cabo en el contorno tan pequeño del espacio celular. El semestre siguiente cursé una introducción a la biología y comencé a considerar con seriedad convertirme en un biólogo celular. Lo estoy abrumando con estas trivialidades personales a fi n de que comprenda por qué escribí este libro y advertirle sobre las posibles repercusiones. Aunque han transcurrido muchos años, todavía encuentro la biología celular como el tema más fascinante de explorar y aún paso el día leyendo sobre los últimos hallazgos realizados por colegas de la especialidad. Por estas razones, escribir un texto sobre biología celular representa para mí una razón y una oportunidad para mantenerme al tanto de lo que sucede en todo el campo. Mi objetivo principal al escribir este texto es ayudar a crear en los estudiantes una apreciación de las actividades en las que intervienen las moléculas gigantes y las estructuras minúsculas que habitan el mundo celular de la vida. Otro objetivo es proporcionar al lector una información sobre los tipos de preguntas que formulan los biólogos celulares y moleculares y las conductas experimentales que utilizan para hallar respuestas. A medida que lea el texto, piense como investigador, considere la prueba que se presenta, imagine explicaciones alternativas, planee experimentos que conduzcan a nuevas hipótesis. Podría comenzar con una de las diversas micrografías electrónicas que llenan las páginas de este texto. Para tomar esta fotografía, imagínese sentado en una habitación pequeña, oscura como la boca de un lobo, enfrente de un gran instrumento metálico cuya columna se eleva varios metros sobre su cabeza. Observa a través de binoculares en una pantalla verde brillante y vívida. Las partes de la célula que examina aparecen oscuras e incoloras contra el fondo verde brillante. Son oscuras porque se tiñeron con átomos de metales pesados que desvían una fracción de los electrones dentro de un haz que se enfoca en la pantalla de observación mediante grandes lentes electromagnéticas en la pared de la columna. Los electrones que chocan con la pantalla se aceleran a través del espacio evacuado de la columna por una fuerza de decenas de miles de voltios. Una de sus manos puede tomar quizá la perilla que controla la potencia de amplifi cación de las lentes. Un giro simple de esta perilla puede cambiar la imagen, de un campo completo de células a una parte muy pequeña de ellas, como los ribosomas o una porción diminuta de una membrana aislada. Al girar otras perillas pueden observarse diferentes áreas del espécimen al pasar por la pantalla, lo que proporciona la sensación de conducir dentro de una célula. Una vez que se encuentra una estructura de interés, puede girarse la manivela que aparta la pantalla fuera de la vista, lo que hace posible que el haz de electrones golpee una pieza de la placa y produzca una imagen fotográfi ca del espécimen. Debido a que el estudio de la función celular requiere el empleo de una instrumentación compleja, como el microscopio electrónico antes descrito, el investigador se aparta físicamente del tema que estudia. En más de un sentido, las células son como pequeñas cajas negras. Hemos desarrollado muchas formas para investigar las cajas, pero siempre andamos a tientas en un área que no es posible iluminar del todo. Se realiza un descubrimiento o se desarrolla una nueva técnica y penetra un nuevo haz de luz pequeño en la caja. Con un trabajo más profundo, se amplía la comprensión de la estructura o el proceso, pero siempre quedan preguntas adicionales. Se crean construcciones más completas y complejas, pero nunca podemos estar seguros de cuánto se aproximan las imágenes a la realidad. A este respecto, el estudio de la biología celular y molecular puede compararse con el estudio del elefante que llevan a cabo seis hombres ciegos en una antigua fábula india. Los seis viajan hacia un palacio cercano para conocer la naturaleza de los elefantes. Cuando llegan, cada uno se acerca al elefante y comienza a tocarlo. El primer hombre toca un costado del animal y concluye que un elefante es tan liso como una pared. El segundo toca el tronco y deduce que un elefante es cilíndrico como una serpiente. Los demás tocan el colmillo, la pierna, la oreja y la cola y cada uno se forma una impresión del animal a partir de sus experiencias personales limitadas. Los biólogos celulares están limitados en una forma similar cuando aplican una técnica o un método experimental particulares, aunque cada nueva pieza de información se añade a un cuerpo de conocimientos preexistentes para delinear un concepto mejor de la actividad bajo estudio, el cuadro total no deja de ser incierto. Antes de concluir estos comentarios introductorios, permítame tomarme la libertad de ofrecer al lector cierto consejo: no acepte como cierto todo lo que lea. Existen varias razones para recomendar tal escepticismo. Sin duda alguna, hay errores en el texto que refl ejan la ignorancia e interpretación errónea del autor sobre ciertos aspectos de la bibliografía científi ca. Pero todavía más importante es considerar la naturaleza de la investigación biológica. La biología es una ciencia empírica; nada se ha comprobado alguna vez. Reunimos datos sobre un organelo particular de la célula, una reacción metabólica, el movimiento intracelular, etc., y hacemos cierto tipo de conclusiones. Algunas de ellas se apoyan en una prueba más sólida que otra. Incluso si existe un consenso sobre los “hechos” en cuanto a un fenómeno particular, con frecuencia se perfi lan varias interpretaciones de los datos. Se plantean hipótesis y casi siempre estimulan una investigación más amplia, lo que lleva a una revaloración de la propuesta original. Casi todas las hipótesis que mantienen su validez se someten a cierta evolución y, cuando se presentan en el texto, no deben considerarse absolutamente correctas o incorrectas. La biología celular es un campo que se mueve con rapidez y algunas de las mejores hipótesis suscitan en ocasiones una gran controversia. Aunque es un texto en el que se espera encontrar material bien estudiado, hay muchas partes en las que se presentan ideas nuevas, que a menudo se describen como modelos. Se han incluido estos modelos porque transmiten el pensamiento actual en el campo, incluso si se trata de modelos hipotéticos. Más aún, refuerzan la idea de que los biólogos celulares operan en la frontera de la ciencia, un área entre lo desconocido y lo conocido (o que se cree conocido). Permanezca escéptico.
recibió el título de licenciado en UCLA y el grado de Ph.D. de la Washington University. Realizó investigación posdoctoral en el Colorado Medical University Center antes de unirse al cuerpo docente de la Florida University. Es autor de numerosos artículos científi cos sobre la célula y la biología molecular del desarrollo incipiente. Entre los temas que le interesan están la síntesis del RNA en las primeras fases embrionarias, el movimiento de las células del mesénquima durante la gastrulación, y la determinación celular en mohos deslizantes. Durante 13 años impartió cursos de biología celular, molecular y del desarrollo en la Florida University. En este periodo escribió un libro sobre biología del desarrollo con N. John Berrill, y otro sobre biología celular y molecular. Dado que le resultó imposible ser profesor de tiempo completo y autor simultáneamente, renunció a su cátedra para concentrarse en escribir. Espera revisar este libro cada tres años.