Este no es un documento científico, pero tampoco un simple libro de divulgación. Es algo más. Apoyado en datos técnicos sólidos sobre hábitos de uso y consumo energético, este libro busca abrir los ojos no sólo de quienes ya están preocupados por el medio ambiente, el agotamiento de los recursos del planeta y la pérdida de biodiversidad, sino también, y especialmente, de quienes aún no lo están.

Su lectura está pensada para ser amena, con un contenido accesible y fácil de comprender. Como es lógico, en todo lo relacionado con el consumo de energía interviene el factor humano, con todas sus variaciones. Por eso, ningún dato aportado debe considerarse como un valor absoluto, ya que todo puede verse modificado por el clima, la ubicación de la vivienda, los hábitos del usuario o las características constructivas del edificio.

Siempre habrá quien diga que sus consumos son mucho menores que los mencionados, porque se considera corresponsable y comprometido con los problemas ambientales. Son personas que, en su opinión, ya están “salvando el mundo”, pero tanto ellas, como aquellas otras muchas que ni siquiera se preocupan por el tema, no son conscientes de lo que consumen realmente. Este libro va dirigido a todas ellas, porque no hay mayor consumo que aquel que se desconoce; eso es lo que llamo la energía perdida. 

Analicemos esos consumos ocultos o no cuantificados, veamos cuál es su verdadera importancia y pongamos manos a la obra para identificarlos, medirlos y reducirlos, hasta eliminarlos si es posible. Leía recientemente un comentario de Manuel Arias Maldonado, quien decía que el impacto continuado de los seres humanos sobre el medio ambiente ha terminado por desestabilizar el sistema terrestre, conduciéndonos hacia un nuevo equilibrio cuyos rasgos aún desconocemos. Pero estoy convencido de que, si hay voluntad y conocimiento, aún podemos modelarlo de forma adecuada.

¡Buena lectura!